sábado, abril 30, 2005

Abismo

Salicio:
¡Oh más dura que mármol a mis quejas
y al encendido fuego en que me quema
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aun la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay sin ti el vivir para qué sea.
Garcilaso de La Vega
(Égloga I)

La calma no viene y estoy segura de que no lo hará,
La barca que me ayudarás a empujar
Se dirige a un abismo, a lo profundo de las cataratas;
No hay futuro, todo es gris, una nube cubre el horizonte,
El sol se ha extinguido de mi mundo.
Ya no estás, ya no estarás nunca más
Y es como si me estuvieran arrancando el alma,
Los ojos, los oídos; todo es oscuro
He caído en lo profundo de un pozo abandonado
Y nadie podrá sacarme de allí.

Y este dolor que no se va,
Y todos a mi alrededor repitiendo
en coro para atormentarme:
"sólo es tiempo, espera..."
¡Y yo no quiero esperar!, no quiero que me duela
Sólo quiero que este maldito dolor
Que se ha enterrado en mi corazón ya no esté,
Para tener la seguridad de no volver a amar
Y así no ser de nuevo castigada.

martes, abril 26, 2005

Lamento


How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
(Eloisa to Abelard)
Alexander Pope

Mi andar se hace cada vez más lento y pesado;
Tropiezo, me lastimo, me duele la espalda,
Me duelen los pies que arrastro con dificultad,
Me duele…me duele el alma; esa es la verdad.
Mi cuerpo es el instrumento que ella emplea
Para decirme de su enfermedad;
La que yo he causado.

He construido una historia de tristeza y de dolor
Que mi pobre alma ha tenido que soportar.
He atado su libertad con pesadas cadenas
Que la atormentan y cada vez más
Su brillo y dulzura se van desplazando
Para dejar paso una oscura nube que la envuelve
En el incierto limbo del desamparo y la soledad
De la imposibilidad de amar de nuevo,
De llenar de ternura todo lo cercano,
De brindar sonrisas inmensas y contagiosas,
De cantar con las aves en las mañanas…

Busco infatigable la manera de menguar
El dolor que le he causado;
Quizá tratar de comenzar una nueva historia
Sea lo mejor, dejar atrás los recuerdos
Dolorosos y dar nuevos pasos,
Recorrer otros caminos, como si
Los otros nunca hubieran existido,
Borrarlos de la memoria, del alma
Y del corazón para que ya no duelan más,
Para que ya no hagan más daño.

martes, abril 19, 2005

Artemisa

Sueño con ser aquel cazador que ha atrapado
Su presa mayor después de estar mucho
Tiempo metido en los bosques siguiendo su rastro,
Sus pisadas, sus olores, cada movimiento,
El ritmo de su respiración, las pulsaciones de su corazón;
Viviendo y respirando sólo por la vaga esperanza
Del día en el que por fin la tendría en sus manos.

Si yo, como aquel cazador, por fin te atrapara,
Si por fin cayeras en las trampas tendidas por mi corazón
Te aseguro que te ataría con los hilos invisibles
De mi amor; te rodearía con la más dulce de las compañias
Para que jamás volvieras a sentir la dura soledad;
Llenaría tus días de suaves melodías que tranquilizaran tu alma
Si yo…sólo si yo pudiera tocar tu corazón.

Pero ahí estaré con el arco y las flechas dados por Hefesto,
Siempre dispuestos para ese momento en el que tú
Por cualquier breve instante bajes la guardia,
Depongas tu escudo y quieras dejarte seducir
por el suave goce del amor que te ofrezco.
Yo, Artemisa.

miércoles, abril 13, 2005

Sueños

Signos, señales y símbolos acechan
mis sueños; en vano busco su significado,
pero parece que un antiguo arcano ha
conjurado a mí su interpretación.
Entre tanto mis noches se llenan de imágenes,
A veces espantosas, de seres fantásticos,
Mujeres horribles, sombras oscuras,
Miles de puertas, abismos insalvables,
Macabras músicas, voces sin rostro
Que me hablan, me susurran frases
Que apenas logro descifrar.
Manos tenebrosas que arrancan
Partes de mi ser cada noche.
Y cada día al despertar es como
Si una parte de mí se fuera con mis sueños
Y con aquellos seres irreales y tenebrosos.
Y cada día al despertar es como
Si se me fuera en la noche una parte de la vida.

IV

Una espantosa pesadilla interrumpió
mi sueño la pasada noche.
Desperté en medio de un llanto
Que cortaba mi respiración.

En aquella terrible visión,
-quizá presagio del futuro,
quizá producto de mis temores,-
Tú te hacías malo; eras cruel y despediadado.
Afrentabas mi ser, pisoteabas mi afecto,
Consiguiendo con ello hacer,
de a poco, mella en la inmensidad
De este amor que siento por ti.
No había en tu corazón el más mínimo
Asomo de compasión.

Pero lo peor fue despertar y comprobar,
Sin alivio alguno, que entre la pesadilla
Y la realidad, la diferencia disminuye cada día.

viernes, abril 08, 2005

Preludio de una despedida


"Juego mi vida,
cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida..."
León de Greiff
(Relato de Sergio Stepansky)


Irremediablemente esta ciudad ya no es la misma:
Las calles se hacen muy angostas o muy grandes,
Los días son demasiado extensos, demasiado breves,
El sol quema con mayor intensidad,
El frío hiela hasta el alma;
Las personas se deforman cuando intento acercarme;
Una oscura y densa nube ha cubierto este lugar,
Respirar aquí se hace cada vez más difícil,
Los fantasmas que deambulan por las calles
Torturan mi mente trayendo los recuerdos de antaño
Y sordos gritos se agitan en mi garganta...



Dolorosamente descubro que no es la ciudad la que ha cambiado;
Soy yo que ya no pertenezco a ella,
Soy yo que he descubierto que no era esta mi Ítaca,
Y creo que se acerca el momento ineluctable de partir
De marchar de aquí, dejarlo todo atrás,
Cerrar la puerta de esta casa, tirar la llave
Para que nadie más entre en ella;
Intentar vencer este anatema que rubrica mi destino.
Levar las anclas-espejismo que me atan
Y emprender el viaje por nuevas tierras
Quizá más venturosas, quizá más desdichadas,
Con que sean nuevas me conformo,
Con que no sean más estás
Tan llenas de tristeza y amargura me basta.

viernes, abril 01, 2005

Pompa fúnebre

Muero,
Lenta, insoportable y dolorosamente.
No me opongo a esta muerte,
Más bien, me entrego a ella,
A su danza, a su ritual.
Soy la ofrenda que se inmola
Dichosa en el dolor.
Que se entrega voluntariamente
Al fuego sagrado porque sabe
Que después renacerá de las cenizas
Con más ímpetu,
Con más fuerza
Y con un corazón duro
Igual al mármol, a la losa
Que lapidará todo este amor
Que ahora me mata.

Condena

Oscuros fragmentos de recuerdos
Que laceran el pensamiento.
Verdugos despiadados
Conduciéndome una y otra vez
Al cadalso de tu ausencia,
De la infausta soledad,
Esa que no acompaña
Que sólo puede traer hasta mí
La muerte de aquellos
Que estamos condenados
Al destierro del amor.

III

Se perturba mi alma
Con el deseo de la tuya…
Se agita, convulsiona enardecida
-¡La resignación -grita desesperada-
-Es para los muertos!
Y mi cuerpo se niega
a sentirse muerto.
Y mi ser se rebela
No acepta, no se resigna
A no sentirte,
A no reposar en ti,
A no sentir tu aroma,
A no sentir tu piel;
A saberte lejos…
Muy, muy lejos.

Mil veces mil

Vienes a mí…intangible, inasible;
Vanamente trato de aprehenderte
Y te deslizas de mi alma
Soslayando mi corazón.
Vienes a mí…como un fantasma;
Vanamente trato de tocarte
Y tu naturaleza etérea
Traspasa mi carne.

Vienes a mí…diáfano cristal;
Vanamente trato de romperte
Y cada vez, tus mil pedazos,
Después de mil veces lacerarme,
Vuelven a unirse…

Y esta historia de desamor
Circular e infinita vuelve a repetirse…
Mil veces mil.