viernes, marzo 18, 2005

Ulises de nuevo

De nuevo partes Ulises
Queriendo encontrar Ítaca,
Creyendo que esta vez sí llegarás,
Deseando que Penélope
Esté allí esperando por ti.

De nuevo tu corazón
Comienza a abrigar esperanzas,
Quiere creer que la ciudad
A la que vas es Ítaca
Y que aquella es la mujer
Que amaste intensamente,
Que, dolorosamente, aún amas.

De nuevo una nube gris te cubre,
Se oscurece tu mirada,
Se oscurece tu corazón.
Una irreconciliable escisión
Tiene lugar dentro de ti:
Tu razón que sabe que ella no es Penélope,
Ni aquella ciudad Ítaca;
Tu corazón que quiere creer,
Que ansía afanosamente creer
Que sí es cierto, que ella te espera en tu reino…

¿Hasta cuándo Ulises dejarás
Que continúe este dolor
Que ensordece tu alma y tu corazón?

martes, marzo 15, 2005

Adiós

Un aura glacial aparecerá entre nosotros,
de la dulzura y suavidad poco quedará
así lo has querido y así será.

Daré a tu cuerpo y a tu alma el espacio
que me pides, ya no habrá ternura,
ya no habrá noches de color pastel.

Confinaré mi amor en un gran baúl;
luego con gruesas cadenas
lo arrojaré al fondo del océano,
en el círculo polar ártico,
a 4 grados en dirección este.

Tal vez algún día quieras rescatarlo,
confiemos en que la oscuridad
y aislamiento no lo hagan desaparecer,
y que al abrir el baúl no queden
más que los tristes restos
de esto que ahora es tan inmenso.

martes, marzo 01, 2005

Tragedia de la ninfa Calipso

" Calipso : ¡Desdichado! No llores ni consumas más tu vida,
pues de muy buen grado dejaré que partas"
Homero
(La Odisea. Rapsodia V)
Llegaste a mí un día ingenioso Odiseo,
Maestro en ardides;
En Ogigia, mi isla, te acogí.
Entre tantos navegantes
Fuiste tú el elegido por mi corazón,
Por mi naturaleza divina.
Inmortalidad, dones, mi sagrado amor
Te ofrecí a cambio de quedarte junto a mí.
!Todo fue en vano¡
Zeus altitonante no escuchó mis ruegos,
Atenea, la de ojos de lechuza, me venció
Y preferiste a Penélope.
¿Acaso no ves mi amado Odiseo
Que Penélope ya no te ama?
¿Qué transcurrido tanto tiempo,
Su corazón ha cambiado y no es la misma
Que dejaste años atrás en Ítaca?
Abre tus ojos, abre tu corazón
Y mírame, veme a ti rendida,
Vencida por tu ser mortal.
En Ogigia aguardo por ti
Ingenioso Odiseo, maestro en ardides.
Toma tu barca, sal de Ítaca
Que ya no te pertenece.
En mi isla eres amo y señor,
En mi isla espera por ti mi corazón