domingo, octubre 30, 2005

El olor de la isla Gorgona



Un día Erika decidió

No vivir más en la casa de sus padres;

Entonces se fue a otra casa…

A una casa 10 pisos más arriba de la de sus padres…

Pero otra casa al fin y al cabo.

Fui a verla cuando se estaba cambiando;

Llevaba sus cosas a su nueva casa…

¡Su vida en un carrito de mercado!

El carrito subía y bajaba por el ascensor

Una y otra vez llevando la vida de mi amiga Erika,

Cambiándola de lugar.

Más de 20 años de recuerdos…

Las colecciones de llaveros, de clips,

De bolsas, de mezcladores, los implementos de buceo,

De judo, de natación…

Objetos guardados celosamente en el fondo de un closet,

Donde nadie pueda verlos, donde muchos ignoran que existen;

Pero para ella tienen todo el valor del mundo,

Son los más valiosos tesoros,

Porque cada uno encierra una historia

Cada uno tiene un poco de la esencia de Erika,

De lo que es, de lo que siente, de lo que vive;

Gracias a uno de estos tesoros pude saber

A qué huele la isla Gorgona;

La isla Gorgona tiene el olor

De un chulo para el pelo que está dentro

De una bolsa en el closet de la nueva casa

De mi amiga Erika…

La última vez que lo usó fue allí, en Gorgona;

Y así lo conserva…

¡Qué cosa tan maravillosa!

Gracias Erika,

Por mostrarme el olor de la isla Gorgona,

Gracias Erika,

Por acercarme a ese lado de tu vida.

martes, octubre 18, 2005

Cicatrices


(Frida Kahlo, "Unos cuantos piquetitos")
"...Yo sé que mi carne está
limpiamente mordisqueada,
perdida para el perturbado
pez entre las vainas susurrantes..."
Wole Soyinka
(Viaje)



¿Y si muriera en este instante?...
¿y si antes de ello pasara ante mis ojos
la vida entera como una película
en marcha atrás?

Temo a la muerte o tal vez temo más a la vida,
a lo que he hecho, a lo que quiero hacer aún,
a mis sueños...

Me asusta pensar que de verdad puedo ser
Calypso abandonada por Odiseo en Ogigia,
repitiendo la historia una y otra vez,
creer que todo a mi alrededor es mentira,
que nada existe, que sólo son fabricaciones...
y la literatura y la música y la poesía,
y los hombres y las mujeres...las mañanas, las noches...

Me abruma el temor de pensar
que ante tu ausencia
todo se desvanece,
nada queda;
lo antes tangible se transforma etéreo, inasible...
esta incapacidad que me ha dejado tu ausencia...
incapacidad de sentir como antes...
incapacidad que se se extrema hasta la hiperestesia;
la voluptuosidad del aire que golpea en mi rostro,
de las palabras que laceran mi cuerpo y mi alma,
los recuerdos que cicatrizan mil y una vez y mil veces más...
cicatrices que llevan tu nombre, tus dedos, tu aliento,
tu respiración al dormir...
¿Y si muriera en este instante?...