miércoles, enero 26, 2005

Sordidez

Minas mi voluntad,
Invades mi pensamiento,
Absorbes mis sentidos.
Nada en mí ocurre sin que antes
Sea atravesado por tu ser.

Me persiguen los recuerdos,
Me acosan constantemente:
Tus manos recorriéndome,
El roce de los cuerpos desnudos,
El encuentro de los labios,
La batalla de las lenguas;
Le firmeza de tu sexo
Que presiento desde antes,
Desde siempre...
El eterno y violento instante
En que estás dentro de mí…

Toda yo te llamo, te grito,
Te busco desesperada en mis sueños,
En mis sábanas, en mi cama
A la que ya no vienes;
En el aire, en la atmósfera…
Y ya no estás,
Ya no puedes estar más…
Te tienes que ir y quedarte allí
En el reino indolente de los recuerdos olvidados…
En el país del nunca jamás.

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