Minas mi voluntad,
Invades mi pensamiento,
Absorbes mis sentidos.
Nada en mí ocurre sin que antes
Sea atravesado por tu ser.
Me persiguen los recuerdos,
Me acosan constantemente:
Tus manos recorriéndome,
El roce de los cuerpos desnudos,
El encuentro de los labios,
La batalla de las lenguas;
Le firmeza de tu sexo
Que presiento desde antes,
Desde siempre...
El eterno y violento instante
En que estás dentro de mí…
Toda yo te llamo, te grito,
Te busco desesperada en mis sueños,
En mis sábanas, en mi cama
A la que ya no vienes;
En el aire, en la atmósfera…
Y ya no estás,
Ya no puedes estar más…
Te tienes que ir y quedarte allí
En el reino indolente de los recuerdos olvidados…
En el país del nunca jamás.
miércoles, enero 26, 2005
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