Algunos no tenemos más intento de salvación que las letras. La vida las pone en nuestro camino como única defensa para enfrentar los demonios que nos asedian; yo me enfrento al mundo y a mis demonios con estas armas, no tengo otras: no podría hacer nada que no esté filtrado por la literatura, por el arte mismo.
1 comentario:
Hermoso poema, Silvia...
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