lunes, mayo 02, 2005

Súplica

Perdida cualquier forma de orgullo,
Hoy te ruego, y tal vez mañana,
Y pasado y después y mucho después.
La regla dice que no será por siempre,
Que tiene que pasar,
Que el maldito tiempo todo lo arregla,
Pero yo no lo veo moverse, se ha detenido.
Es el castigo que me han deparado los dioses.

Ruego, suplico, imploro,
Ya ni siquiera por tu amor,
Sólo por el don de tu presencia,
Por el lenitivo de tu voz,
Por el alivio de tu abrazo.
Prometo no decir nada de mi amor, de mi dolor.
Prometo esconderlo todo, de mi corazón me encargo yo.
Sólo no te pierdas en las tinieblas de la distancia,
En los laberintos del olvido.

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