lunes, febrero 28, 2005

De Soledad

Quisiera llamarme Soledad,
si tú me lo permites.
Ser tu amiga fiel,
tu amante silenciosa,
la única que te abrace,
o que te llame en las noches
sólo para preguntar
cómo estuvo tu día.

Quisiera llamarme Soledad,
ser tu compañía, tenue,
suave, imperceptible;
tomarte de a poco,
cada vez un poco más
hasta que un día
me convierta en tu sol,
en la cálida luz del día,
en tu alegría y entonces
querré dejar de llamarme Soledad
para que me llames tu amor.

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