Fuente imagen: http://senderodelmago.blogspot.com.co/2014/01/el-misterio-de-la-dualidad.html
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente
Fernando
Pessoa.
Mi vida es una farsa, un engaño,
una mentira
No hay quien pueda decir a ciencia
cierta que conoce mi verdad
Maestra del parecer, de la ilusión
No soy capaz de encontrarme, y
todo es sólo huir
Buscar infructuosamente un sueño
de ser, de existir
Algo más grande y enorme me
consume, me devora
Lucho y me revuelco, me sacudo
Y sólo consigo que todo sea cada
vez peor
Y sólo puedo gritar en absoluta
soledad,
En el más feroz de los silencios
- ¡Auxilio!
Ruego entonces por la salvación
maravillosa
Por la misericordia de un brazo
extendido
Por la salida de esta caverna en
donde cada vez me interno más.
- ¡Piedad! Grito otra vez,
Y sólo retornan los últimos
sonidos:
- …ad, …ad, …ad…
No hay nadie, sólo yo, mi farsa y
mi engaño,
Sólo yo tratando de convencer al
mundo,
Y a mí misma:
Una sonrisa, una palabra amable
Aquí no pasa nada.
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